CUARESMA, DOMINGO 1º - B
26-febrero-2012
1. Stop
Estoy totalmente seguro de que todos nosotros conocemos a la perfección esta señal:
- En el tráfico significa “pararse”, y es muy-muy peligroso no hacerlo.
- Y en nuestra vida personal, ¿qué nos sugiere? Pensemos un segundo…
Es evidente que tenemos que pararnos: no porque vayamos corriendo mucho… sino porque vamos por la vida alocadamente.
Y hemos de pararnos frente a
a) Prisas:
- ¿Quién gasta tiempo en escuchar a los demás? -Venga, dime lo que sea, que tengo 5 minutos, rápido. El maestro porque no llega a todos los alumnos, el médico porque hay cola, el cura porque se va a otra reunión…
-Te recibo en mi casa, pero, a la vez…, tenemos la TV puesta…
- Un día caí en la trampa: -¿Qué haces? –Catequesis, grupos, preparación de materiales, personas que llegan, los actos de culto…
-¿Y cuándo lees, rezas, escuchas, descansas,… cuándo vives?
- Eso, ¿cuándo vives lo esencial, lo importante?... Estamos en el barullo, en la prisa… Y es difícil encontrarse con uno, con los hermanos, con Dios.
= Stop a las prisas.
b) Vulgaridad:
- Hablamos todos con las mismas expresiones… pensamos con las mismas ideas (la caja tonta nos educa/maleduca por igual)… Con ligeras diferencias vestimos de la misma forma, según nos dicen en la moda: que este año rojos, pues rojos; que este año de negro, pues negro… No leemos casi nada serio, andamos muy faltos de reflexión personal… Y como tantos: buscamos el poder, el tner, el aparecer…
- Es ser de lo más vulgares, escasísima personalidad… De lo más vulgar… Consumimos lo que otros nos preparan… No es vivir.
= Stop a la vulgaridad.
c) Irresponsabilidad:
- En el trabajo, tantas veces lo menos posible y el horario imprescindible (“no hay profesionales”); en el estudio, lo suficiente para aprobar; en el cariño, ¿cuándo buscamos el bien del otro en vez de nuestro bien solito?
- Es un caminar, si es posible con el mínimo esfuerzo por todas partes.
= Stop a la irresponsabilidad.
Y así podríamos seguir en otros campos… En definitiva vamos por la vida muchas veces viviendo sin ideales, arrastrando los pies, sin entrar en hondura…
Caemos en estas tentaciones… Jesús tuvo sus tentaciones, y las superó retirándose al desierto, reflexionando, orando, escuchando al Padre Dios… Nosotros tenemos las nuestras, y nos lleva la corriente.
2. Alternativa: Convertíos y creed en el Evangelio
Hay una alternativa, y Jesús nos la proclama en el evangelio de hoy. Dice él: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.
- No malgastes más tu tiempo en vanidades, en vulgaridades. Dios te emplaza a encontrarte con él, a encontrar en él el verdadero tesoro. No te des más plazos: se ha cumplido el plazo, dice el Maestro.
- Y continúa: convertíos y creed la Buena Noticia.
Esa noticia de que Dios te quiere, de que Dios cuenta contigo, de que Dios te envía a los hermanos.
Esa buena noticia que Benedicto XVI nos actualiza para este 2012 en su mensaje de Cuaresma diciendo: Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras. (Hb 10,24). Y lo desarrolla:
a) Fijémonos: es la responsabilidad para con el hermano.
Con frecuencia, dice el papa, prevalece en nosotros la indiferencia y el desinterés frente a los demás. Y sin embargo hemos de fijarnos en el otro, fijar la mirada en él, estar atentos a su vida, darnos cuenta de su realidad. Que entablemos relaciones de cuidado recíproco.
No caigamos en la anestesia espiritual con la que iban de Jerusalén a Jericó el sacerdote y el levita de la parábola del Samaritano: por prisas, o porque iban a “sus” cosas, dejaron al hombre caído.
Que vivamos con la grandeza de alma del buen Samaritano, que dedicó su tiempo y su dinero a vivir la fraternidad.
b) Los unos en los otros: el don de la reciprocidad
Nos edificamos los unos a los otros formando un solo cuerpo.
El otro me pertenece, su vida y su salvación tienen que ver con mi vida y mi salvación… Nuestra existencia está relacionada con la de los demás…
c) Para estímulo de la caridad y las buenas obras: caminar juntos en hacer
el bien, en la santidad.
Hemos de animarnos mutuamente a un amor efectivo. Hemos de evitar la tibieza y la mediocridad… Es urgente ponernos a competir en el servicio y en las buenas obras.
3. ¿No será esto –fijarnos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras- lo que hemos de vivir?
Personalmente… Familiarmente… Parroquialmente… Como cofrades… CUARESMA, DOMINGO 1º - B
26-febrero-2012
1. Stop
Estoy totalmente seguro de que todos nosotros conocemos a la perfección esta señal:
- En el tráfico significa “pararse”, y es muy-muy peligroso no hacerlo.
- Y en nuestra vida personal, ¿qué nos sugiere? Pensemos un segundo…
Es evidente que tenemos que pararnos: no porque vayamos corriendo mucho… sino porque vamos por la vida alocadamente.
Y hemos de pararnos frente a
a) Prisas:
- ¿Quién gasta tiempo en escuchar a los demás? -Venga, dime lo que sea, que tengo 5 minutos, rápido. El maestro porque no llega a todos los alumnos, el médico porque hay cola, el cura porque se va a otra reunión…
-Te recibo en mi casa, pero, a la vez…, tenemos la TV puesta…
- Un día caí en la trampa: -¿Qué haces? –Catequesis, grupos, preparación de materiales, personas que llegan, los actos de culto…
-¿Y cuándo lees, rezas, escuchas, descansas,… cuándo vives?
- Eso, ¿cuándo vives lo esencial, lo importante?... Estamos en el barullo, en la prisa… Y es difícil encontrarse con uno, con los hermanos, con Dios.
= Stop a las prisas.
b) Vulgaridad:
- Hablamos todos con las mismas expresiones… pensamos con las mismas ideas (la caja tonta nos educa/maleduca por igual)… Con ligeras diferencias vestimos de la misma forma, según nos dicen en la moda: que este año rojos, pues rojos; que este año de negro, pues negro… No leemos casi nada serio, andamos muy faltos de reflexión personal… Y como tantos: buscamos el poder, el tner, el aparecer…
- Es ser de lo más vulgares, escasísima personalidad… De lo más vulgar… Consumimos lo que otros nos preparan… No es vivir.
= Stop a la vulgaridad.
c) Irresponsabilidad:
- En el trabajo, tantas veces lo menos posible y el horario imprescindible (“no hay profesionales”); en el estudio, lo suficiente para aprobar; en el cariño, ¿cuándo buscamos el bien del otro en vez de nuestro bien solito?
- Es un caminar, si es posible con el mínimo esfuerzo por todas partes.
= Stop a la irresponsabilidad.
Y así podríamos seguir en otros campos… En definitiva vamos por la vida muchas veces viviendo sin ideales, arrastrando los pies, sin entrar en hondura…
Caemos en estas tentaciones… Jesús tuvo sus tentaciones, y las superó retirándose al desierto, reflexionando, orando, escuchando al Padre Dios… Nosotros tenemos las nuestras, y nos lleva la corriente.
2. Alternativa: Convertíos y creed en el Evangelio
Hay una alternativa, y Jesús nos la proclama en el evangelio de hoy. Dice él: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.
- No malgastes más tu tiempo en vanidades, en vulgaridades. Dios te emplaza a encontrarte con él, a encontrar en él el verdadero tesoro. No te des más plazos: se ha cumplido el plazo, dice el Maestro.
- Y continúa: convertíos y creed la Buena Noticia.
Esa noticia de que Dios te quiere, de que Dios cuenta contigo, de que Dios te envía a los hermanos.
Esa buena noticia que Benedicto XVI nos actualiza para este 2012 en su mensaje de Cuaresma diciendo: Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras. (Hb 10,24). Y lo desarrolla:
a) Fijémonos: es la responsabilidad para con el hermano.
Con frecuencia, dice el papa, prevalece en nosotros la indiferencia y el desinterés frente a los demás. Y sin embargo hemos de fijarnos en el otro, fijar la mirada en él, estar atentos a su vida, darnos cuenta de su realidad. Que entablemos relaciones de cuidado recíproco.
No caigamos en la anestesia espiritual con la que iban de Jerusalén a Jericó el sacerdote y el levita de la parábola del Samaritano: por prisas, o porque iban a “sus” cosas, dejaron al hombre caído.
Que vivamos con la grandeza de alma del buen Samaritano, que dedicó su tiempo y su dinero a vivir la fraternidad.
b) Los unos en los otros: el don de la reciprocidad
Nos edificamos los unos a los otros formando un solo cuerpo.
El otro me pertenece, su vida y su salvación tienen que ver con mi vida y mi salvación… Nuestra existencia está relacionada con la de los demás…
c) Para estímulo de la caridad y las buenas obras: caminar juntos en hacer
el bien, en la santidad.
Hemos de animarnos mutuamente a un amor efectivo. Hemos de evitar la tibieza y la mediocridad… Es urgente ponernos a competir en el servicio y en las buenas obras.
3. ¿No será esto –fijarnos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras- lo que hemos de vivir?
Personalmente… Familiarmente… Parroquialmente… Como cofrades…
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