lunes, 16 de diciembre de 2013

Charla de Fano

Os dejo el vídeo de una intervención de Fano en Barcelona, dentro de la Semana Bíblica. Es sólo un extracto, pero es lo más jugoso e importante.

 

jueves, 13 de junio de 2013

Evangelio del domingo 16 de junio

Dos cosas me llaman la atención hoy de este evangelio (es lo bueno del Evangelio: cada vez te fijas en algo distinto). Por un lado, la parábola; que nos dice que sólo sintiendo el perdón de Dios en nuestros muchos pecados, su amor gratuito, permanente y tierno; podremos amar. Sólo el que sabe que a pesar de lo mal que lo hacemos a veces Dios nos mira con piedad y lo borra, puede sentirse agradecido y con un amor hacia el que perdona que no desaparece.
Otra cuestión es cómo se pone de manifiesto el papel de la mujer en la vida de Jesús. Se expresa claramente cómo las mujeres seguían a Jesús igual que los apóstoles, hasta tal punto que sus nombres aparecen aquí. No son cualquier discípulo o seguidor anónimo. Jesús siempre las tuvo muy en cuenta sin pensar que en su sociedad eran poco más que un ser humano. Con él tienen un papel privilegiado y protagonista en su actuación, sus ejemplos, en la instauración del Reino. Sigamos aprendiendo de Jesús, todavía tiene mucho que decirnos como Iglesia y como individuos.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (7,36–8,3):

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. 
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: «Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.» 
Jesús tomó la palabra y le dijo: «Simón, tengo algo que decirte.» 
Él respondió: «Dímelo, maestro.» 
Jesús le dijo: «Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?» 
Simón contestó: «Supongo que aquel a quien le perdonó más.» 
Jesús le dijo: «Has juzgado rectamente.» 
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama.» 
Y a ella le dijo: «Tus pecados están perdonados.» 
Los demás convidados empezaron a decir entre sí: «¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?» 
Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz.» 
Después de esto iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.

Y Fano nos dice: "Jesús viene a reparar nuestras averías"





martes, 4 de junio de 2013

Evangelio del domingo 9 de junio

Del evangelio de este domingo lo que más me sorprende no es que Jesús transgreda las leyes naturales y vuelva a la vida a un ser inerte, sino la aceptación de la gente que lo veía. Hoy día si pasara eso, sencillamente no lo creeríamos, buscaríamos el truco por todas partes y acabaríamos por desecharlo. Y es que estamos tan de lleno en sociedades que no tiene a Dios en lo cotidiano que aunque lo tuviéramos delante no lo veríamos. En la sociedad de Jesús, Dios estaba tan presente, que se sorprenden, sí; pero enseguida entienden que es obra de Dios y lo creen, alabándolo.
Deberíamos estar atentos, mirar con ojos de fe, a tantos milagros y tantas actuaciones de Dios que ocurren ante nuestras narices cada día. Para que podamos alabarlo constantemente.


Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: «No llores.» Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y

martes, 28 de mayo de 2013

Evangelio del domingo 2 de junio

Jesús sigue sorprendiendo con uno de los pasajes más conocidos de su vida: la multiplicación de los panes y los peces. En este pasaje, siempre una duda: ¿el milagro es la generosidad de compartir lo que se tenga aunque sea poco? o ¿Jesús se multiplica y sacia a todos los que le toman como alimento preferente de su vida? Pues, las dos cosas. Jesús se parte y se comparte constantemente saciando a todos los que le quieran.
Por otra parte, "dadles vosotros de comer" es una frase que todo cristiano debe llevar grabada a fuego en el corazón y en la mente. Debemos cubrir la necesidad física y espiritual que hay en el mundo, nos lo dijo Jesús; y poco más hay que decir al respecto porque está clarito clarito.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,11b-17):

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. 
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.» 
Él les contestó: «Dadles vosotros de comer.» 
Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que

viernes, 24 de mayo de 2013

Evangelio del domingo 26 de mayo

La iglesia nos muestra,  con este pasaje colocado después de Pentecostés, que una vez venido el Espíritu Santo, debemos ser diferentes, tenemos que sentirnos diferentes y actuar de manera diferente. Ahora, nos dice la iglesia, con el Espíritu recibido, podemos hacer todo lo que nos manda Jesús: amar al enemigo, dar sin esperar, no juzgar, perdonar... Si Jesús caminaba junto a todos y con todos, pero con un estilo y una forma que lo diferenciaba... ¿no debemos hacer lo mismo?

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,27-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman

martes, 14 de mayo de 2013

Evangelio del domingo 19 de mayo

El Espíritu Santo tiene una fuerza imparable; estaban con las puertas cerradas, con su mente y su corazón cerrados, con miedo... y por la pequeña rendija de esperanza que había se coló en medio de ellos. Contra toda razón. Jesús no necesita ser invitado para entrar en tu corazón y llenarte de amor, paz y valentía. Simplemente entra y cambia tu vida impulsándote a salir y a contárselo a todos los que te encuentres, aunque creas que no te van a entender.
Este domingo vamos a renovar nuestro compromiso con la misión que se nos encomendó cuando nos bautizamos y confirmamos, Jesús renueva el suyo con nosotros cada día.

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

El dibujo de Fano para este domingo: "Recibamos el regalo del Espíritu Santo"





martes, 7 de mayo de 2013

Evangelio del domingo 12 de mayo

Jesús se despide este domingo de sus discípulos, diciéndoles que vayan por todos los pueblos de la tierra. Y ellos se van alegres. Pero Jesús sabe que necesitarán algo más para semejante misión y les promete que Dios los fortalecerá. Y efectivamente, poco les duraría la alegría y la fuerza.
Lo mismo nos pasa a nosotros: cuando Jesús "desaparece" de nuestra vista, las fuerzas van menguando poco a poco hasta que desaparecen. A no ser que acojamos continuamente el Espíritu Santo, porque "sin Mí nada podéis"; entonces somos capaces de las cosas más increíbles y de no desfallecer a pesar de que todo esté en contra.
Jesús no está visible, pero sí está presente en medio de nosotros. Tenemos que aprender a verlo en los demás y en tantas, tantas cosas que suceden.

Conclusión del santo evangelio según san Lucas (24,46-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que