jueves, 26 de abril de 2012

Evangelio del 29 de Abril

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,11-18): 

 En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.»

Según Fano, "El Buen Pastor nos conoce, nos quiere y nos cuida"

miércoles, 18 de abril de 2012

Evangelio del Domingo 22 de Abril

Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. 
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. 
Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.»
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. 
Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. 
Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. 
Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»




"Abre nuestro entendimiento para comprender tu Palabra" (Fano)




jueves, 12 de abril de 2012

Evangelio del Domingo 18 de Abril

El Evangelio de este domingo es el siguiente:

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. 
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» 
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegria al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» 
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» 
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» 
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. 
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.» 
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» 
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!» 
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.» 
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


Y Fano nos dice: "Señor mío y Dios mío, Tú abres las puertas de mi alma"







miércoles, 4 de abril de 2012

Reflexión sobre el Domingo de Ramos por Antonio Aguilera

DOMINGO DE RAMOS – B
Amargura, 1-abril-2012

BENDICIÓN DE RAMOS: Mc 11,1-10

-         Dos aspectos esencialmente nos recalca la liturgia de este domingo:
 1) Jesús es el Mesías esperado.
 2) Jesús es Mesías entregando su vida en la cruz.

Jesús es el Mesías: Tres signos: un burro, unos mantos, unas aclamaciones
-         El Maestro, con sus discípulos, se está acercando a Jerusalén. En Betfagé, viendo ya la ciudad santa, Jesús se detiene y envía a sus discípulos a buscar un asno. ¿De qué va esto?
-         Los profetas había hablado de que el Mesías entraría en Jerusalén montado en un asno: Jesús quiere mostrarse hoy como Mesías que es.
-         El asno es humilde: no es el caballo, animal de jactancia y para la guerra. El asno es “el burro de carga”. El mesianismo de Jesús es humilde, callado, cargando con nuestros pecados…
-         La gente intuye: éste es el Esperado, el Mesías. Y lo expresan poniendo a su pies sus mantos, y alfombrando el camino con ramos de árboles.
-         Y aclaman: ¡Viva el hijo de David! ¡Bendito el reino que llega!

Nosotros ahora:
-         Aclamamos por la calle que sí, que es el Mesías, que es el Señor. Hacemos expresión pública de nuestra fe. Nuestra fe ha de salir a las calles y a las plazas: hemos de mostrarnos seguidores fieles de este Maestro, de Jesús de Nazaret.
-         Hacemos nuestra procesión aclamando, cantando y expresando con nuestros ramos que adoramos a Jesús de N., porque es Dios, nuestro Dios.

EN LA EUCARISTÍA

A) Hemos vivido el primer gesto:

-         Jesús de Naz. es el Mesías, es el Señor: lo hemos aclamado por la calle.
-         Lo hemos expresado con 3 signos: burro, ramos y mantos, aclamaciones.

B) La Palabra de Dios escuchada nos introduce de lleno en el misterio:

Is 50,4-7: Este Mesías es un siervo, es Mesías siendo Siervo de Yahvé.

-         Siervo/discípulo: cada mañana abre el oído para escuchar a Dios: Jesús escucha al Padre, viene a hacer la voluntad del Padre.
-         Siervo en el dolor: este Mesías asume el dolor de los hombres, el dolor de toda la humanidad: No me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban. No oculté mi rostro a insultos ni salicazos.
-         Está seguro en Dios: Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba defraud.
-         Y su lengua da Buena Noticia: Se me ha dado la lengua para saber decir al abatido una palabra de aliento

= Un Mesías discípulo, obediente, decidido, entregado… Y confiado plena.

    Filipenses 2,6-11: Cristo es ese Siervo

-         Es de condición divina, es Dios, pero se despoja de todo y toma condición de esclavo, como uno de tantos.
-         Más: se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. La muerte de los malhechores, de los de los criminales, de los excluidos…
-         Y desde ahí, por eso, el Padre lo levantó sobre todo, y toda rodilla se dobla ante él, y toda lengua proclama: Es el Señor.

= JC es el Señor, es Señor en curva descendente y, desde ahí, ascendente.

    Pasión: Mc14,1-15,47

-         Ahí se nos ha proclamado el culmen… Si faltaba algo que ver en Cristo, lo hemos visto ahora ya “hasta el final”, hasta entregar hasta su sangre.
-         Lo sufre todo, lo más que nos puede suceder a cualquier hombre. Sufre él: la traición de discípulos, el abandono de la gente, la persecución de todos los poderes, el silencio del cielo, la mentira, el engaño, el juicio orientado a su muerte, la condena, los azotes, las burlas, la vía dolorosa, la cruz…
-         Sencillamente, en silencio, contemplamos, no tenemos palabras, admiramos…

Y entre tanto dolor, traición y burla… algunos entendieron algo:

-         Simón de Cirene, que ayuda a llevar la cruz… El centurión y sus hombres: Realmente este hombre era Hijo de Dios… José de Arimatea, que pidió a Pilato el cuerpo de Jesús…
-         Y María, junto con otras mujeres, un pequeño grupo: que lo seguían para atenderlo y estuvieron al pie de la cruz.

C) En todo este proceso:

o   ¿Dónde estoy yo en estas escenas?
o   ¿Cuál es mi concepción de Mesías? ¿Qué Mesías espero?
o   ¿Cómo, por qué y por quién estoy yo entregando mi vida?

=  Contemplemos al “Maestro”…
Y nos miramos a nosotros, “discípulos”…